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lunes, 26 de diciembre de 2011

Una nueva estrella nos acompaña desde el cielo

Ayer 24 de diciembre partió al cielo nuestro querido Rafa Perdomo, no tengo ninguna duda que en estos momentos se encuentra disfrutando de un gran banquete junto a nuestro Padre, haciendo un brindis por la vida compartida y por tantas aventuras vividas bajo su amparo.
Desde el cielo seguirá luchando contra la injusticia y la desigualdad... tal vez ya no nos mandará mail con reflexiones en cuanto a la realidad social, pero de seguro nos prestará los anteojos con que durante  muchos años nos invitó a mirar lo que sucedía a nuestro alrededor y desde ahí nos alentará a no dejar que las cosas nos pasen y  ha convertirnos en protagonistas de nuestras realidad social y de nuestras vidas.
De seguro desde el cielo estará observando a su amada Elvira y a su hijo Guayec y desde ahí les mandará la fuerza necesaria para enfrentar la distancia que implica el inicio de este viaje.
En honor a Rafita no escribiré más por esta vez y dejaré que alguno de sus escritos sea el que refleje su hambre y sed de justicia y los deseos de que nuestro mundo sea mejor, con mayor igualdad, fraternidad y libertad.
Un abrazo con el derecho, como lo habría hecho Rafa.


" Nosotros", "ellos" y la cuaresma 

“Nosotros” somos muchísimos y “ellos” son pocos. A ver si me explico: en “nosotros” cabemos miles de millones de víctimas de la actual crisis financiera, económica, ecológica y alimentaria de estos tiempos. “ellos” son los pocos que la han provocado. (Entiéndase que donde dice “ellos”, “nosotros”, y “todos”, debiera decir también “ellas”, “nosotras” y “todas”… aún nos quedan palabras que inventar para no seguir condenando a la invisibilidad a media humanidad. ¡Tarea pendiente!)
Es cierto que todos somos de alguna forma corresponsables de estas crisis; al menos yo, y buena parte de la gente con que me relaciono, estamos estadísticamente dentro del mínimo 8% de los ricos de la humanidad, pero también esta cifra es engañosa: la mayoría de ese 8% somos los que disfrutamos de un nivel de vida estable que nos arranca del sufrimiento del hambre, de la persecusión, de la guerra y de tantas necesidades, pero que tenemos que seguir batallando con la precariedad de nuestro bienestar que en cualquier momento se puede derrumbar.
También es cierto que buena parte de mis amigos y conocidos sufren alguna de esas lacras (hambre, miseria, cesantía, enfermedades no cubiertas por ningún sistema de salud, etc…). Por eso me van a permitir que me sitúe dentro del “nosotros” que todavía espera otro mundo posible. A lo mejor habrá que afinar las estadísticas para decir que el 98% somos “nosotros” y el 2% son los multimillonarios, los dueños de las grandes empresas y financieras que voy a seguir tratando de “ellos”, porque sinceramente me veo mucho más cerca de las multitudes que de esa élite que ha liderado y provocado la catástrofe ecológica, ambiental, económica y alimentaria que nos afecta a todos.

Así que supongo que queda clara mi posición acerca de quienes somos “nosotros” y quienes son “ellos”… Y ahora viene el tema de esta cuaresma de 2009.

Dice la tradición que la cuaresma es tiempo de ayuno, oración, limosna y conversión para prepararnos adecuadamente a celebrar el triunfo de la vida plena que Dios nos regala en la pasión y resurrección de Jesucristo, que este año celebraremos a mediados de abril.
Y digo yo que esas cuatro prácticas nos tocan a todos; pero quiero creer que no nos tocan a todos y a todas por igual, quiero creer que, al menos por este año, y para ver si le encontramos salida a la crisis, a “nosotros” podría tocarnos lo de la oración y la limosna, y a “ellos” el ayuno y la conversión.

Intentaré explicar mi propuesta: “nosotros” podemos comprometernos a que nuestra oración sea un pedido de auxilio a Dios ante tanta masacre; a que nuestra oración sea de gratitud y de confianza ante el padre de Jesús, que lo rescató y nos puede rescatar del sin sentido de la soledad egoísta.

Nuestra limosna, tendremos que darla; tendremos que darles a “ellos” nuestra alegría y nuestra esperanza, de la que tan necesitados están; podríamos darles nuestro óbolo de ternura y mirada compasiva que tanta falta les hace a “ellos” para mirar a sus semejantes. Nuestra dádiva a “ellos” pueden ser: el Foro Social Mundial, las marchas contra la guerra, los festivales de la digna rabia, o tantas otras expresiones de nuestra certeza de otro mundo posible.
A “ellos” me atrevo a proponerles que ayunen de tanto lujo y derroche, que se priven por un tiempo de dilapidar los bienes que son de todos, que aprendan a vivir con sobriedad sin malgastar las fuentes de energía, el agua, los minerales y los alimentos que a todos nos corresponden; me atrevo a sugerirles que aprendan a vivir con un mínimo de austeridad, que se conformen con una casa (por supuesto amplia y bien amoblada) para que todos sus palacios, hoteles, resorts y demases le den cobijo a los muchos de “nosotros” que siguen viviendo a la intemperie…

A “ellos” les auguro que si aprenden a vivir este ayuno, poco a poco se irán convirtiendo y dejarán de ser “ellos” para sumarse a “nosotros”.

Por supuesto, lo que les pido a “ellos” también nos atañe a “nosotros” y obviamente lo que queremos hacer “nosotros” también es una invitación a “ellos”.

oración, ayuno y limosna; ¿cómo expresarlas este 2009?. ¿Cómo hacer para convertirnos todos y todas?…Pensándolo bien, propongo que “ellos” y “nosotros” nos dediquemos, no sólo esta cuaresma, sino que siempre y cada día a compartir lo mucho o lo poco que tenemos, y lo poco o lo mucho que necesitamos unos con otros y otros con unos.
Me da en el corazón que si “ellos” y “nosotros” hacemos lo que nos toca, es muy posible que salgamos de esta cuaresma que estamos viviendo en medio de la crisis hacia una pascua nueva donde el “otro mundo” ya no sólo será “posible” sino que se nos hará presente y cotidiano sin separarnos en “ellos” y “nosotros”, sino juntándonos como hermanos y hermanas, hijos e hijas del mismo Padre que podremos celebrar la Resurrección de Jesús construyendo y esperando su Reino.
Por Rafael Perdomo
Hermano Comunidades Adsis


domingo, 4 de diciembre de 2011

No puedo exigirle a los demás, lo que yo no he sido capaz de hacer por mi


El insight del último tiempo y que me ha dado vueltas y vueltas y vueltas, tiene que ver con que: no puedo exigirle a los demás, lo que yo no he sido capaz de hacer por mi misma, así de simple, por lo tanto:

Si yo no me quiero, no puedo exigirle al resto que me quiera.
Si yo no me escucho, no puedo pedirle a los demás que me escuchen y me comprendan.
Si yo no me cuido, no puedo pedirle al resto que me cuiden. 
Si yo no me esfuerzo por cumplir mis metas, no puedo pedirle a los otros que me empuje a cumplir lo que yo me he propuesto.
Si yo no me respeto, cómo pedirle al resto que me respete.
... y así con un sin fin de verbos que se pueden conjugar y que de algún modo me hacen pensar lo importante que es partir por uno, antes de poder ir al encuentro con los otros. Esto no quiere decir: negar la  importancia de los otros en nuestra vida y de cómo la mayoría de las veces nos ayudan a escucharnos, a cuidarnos, a respetarnos, a querernos, a crecer... sino que tiene que ver, con el hecho de no esperar de los demás, lo que nosotros mismos debemos otorgarnos primero.


"Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes".
Jorge Bucay